El futuro de Emma

EL FUTURO DE EMMA
Buenas noches, hoy ha sido un día bastante cansado, porque me levanté tarde, ya que estuve toda la noche con fiebre pero la clase de hoy era muy importante así que no podía falta. Me tomé mi Cola Cao con una tostada de aceite con jamón y antes de lavarme los dientes me tomé un ibuprofeno.
Salí de casa a las 8:25 de la mañana, la universidad me pillaba a 20 minutos andando.
¡Vamos a llegar tarde Emma!- me repetía una vez y otra mi hermanastro.
Cuando llegué a clase, le expliqué el motivo de mi retraso al profesor, nada más sentarme en mi mesa recordé que los libros me los dejé en el escritorio, puesto que estuve la noche anterior estudiando.
Estaba deseando que acabaran las clases y llegar a mi casa.
Por fin llegó la hora de irnos a casa, al salir de la universidad estaba nublado así que aligeramos para llegar lo antes posible, pero no lo logramos llegamos, calados hasta los huesos.
Al entrar en mi casa lo primero que hice fue encender la chimenea y prepararme un té, mientras se enfriaba me duché.
El día siguiente era sábado  y a mi madre se le ocurrió ir a una pitonisa en familia, junto a mi hermanastro y padrastro, que al contrario de las películas me llevaba súper bien con él, incluso mejor que con mi padre. Cuando llegamos a casa de la pitonisa, nos sentamos en la sala de espera, que era un salón pero con muchos adornos, salió una mujer muy guapa de una habitación y nos dio la bienvenida a los cuatro, primero le tocó a mí hermanastro el cual salió muy contento y la siguiente era yo.
Me senté delante de una bola de cristal, en el interior de la bola se veía niebla hasta que, de repente, apareció la universidad y me sorprendí al ver que era la fiesta de la graduación, allí estaba yo, con mi toga, mi birrete y mi diploma; me quedé alucinada lo había logrado.
A continuación salió una discoteca en la que estaba con un chaval de mi misma edad o un año más, moreno, y un poco más alto que yo, al terminar la fiesta me llevó en moto a mi casa.
No quería saber todo, así que le pregunté a la mujer si lo podía adelantar y de repente se sacó de la blusa una especie de mando  a distancia, me hizo mucha gracia porque al pulsar el botón fue pasando mi vida a cámara rápida como si de una película se tratara.
Apareció una casa muy grande y bonita en la que se encontraba el mismo chico de la fiesta con algunos años más y yo también.
Un detalle de la casa en el que me fijé era en los trofeos y fotos, ¡era surfista! En otra de las imágenes aparecimos en una playa e haciendo submarinismo, estaba alucinando siempre lo he deseado.
Las imágenes siguieron pasando se detuvieron y vi a mi chico en el metro un poco triste, cuando llegó a casa le entregué una carta que había llegado para él. Le había contratado una discográfica muy importante, gracias a eso no hicimos millonarios, aunque sabíamos que el dinero no daba la felicidad.
De repente en la bola salió una cigüeña volando entre las nubes con un maxi-cosi en el pico y aterrizando en el porche de nuestra casa y abrimos la puerta; en ese instante se apagó la bola. Salí hacia la sala de espera preguntándome si lo que la cigüeña nos dejó en el porche era niño o niña. Era el turno de mi madre y padrastro, y me senté con mi hermanastro y hablamos de nuestro futuro.
Ahora lo más importante era seguir estudiando y no bajar la guardia, para conseguir graduarme y también conseguir un buen futuro como el de la bola de cristal.






La Papaya

Comentarios

Entradas populares de este blog

2º RETO: DÍA INTERNACIONAL DE LA MUJER

RETO 1: IMAGINA QUE...